capilla De La Soledad. 1665
La
primitiva capilla fue fundada en el año 1665 por el hijo de esta parroquia
Licenciado Lucas Muñiz,
Cura de San Vicente de Salas, según consta en el libro de funda ción de
la Cofradía de La Soledad, que dice en su comienzo:
«Capitulaciones que dispusieron los cofrades de la Cofradía de Nuestra
Señora de la Soledad, sita en la capilla que
FUNDO el
Licenciado Lucas
Muñiz, Cura de San Vicente de Salas, en esta villa de
Noreña el
año
1665».
La Cruz. 14-IX-1924
El documento no cita la fecha en que se constituyó solo dice que" La Cofradía
tuvo vida próspera hasta fines del siglo XVIII, en que principió su
decadencia, desapareciendo, por fin, en 1847."
En el archivo
(parroquial) se hace referencia al
Santísimo Cristo
en 1819”
y consta en un documento que con motivo de celebrar la festividad del
Smo. Cristo de La Soledad, el día 17-IX-1820, se estrenó una cruz de plata
por lo que se bajó el Cristo a la Iglesia y se subió en procesión el día
de la fiesta. Hecho del que arranca la tradicional procesión del
Ecce-Homo.
“Era
aquel pequeño templo un modelo de santuario modesto, recogido y
evocador; estaba emplazado en el lindero norte del castañedo de la
Soledad, en un terreno algo hundido que contribuía aún más, a la
expresión de aplastamiento y horizontalidad que en ella se advertía.
Estaba compuesta de una nave cuadrada y un ábside cubiertos con bóveda
de crucería y de medio punto y en su fachada principal y lateral derecha
tenía un amplio y acogedor pórtico
(con columnas de piedra), orientado al sureste; el tramo lateral se
cerraba con la sacristía. En su fachada principal, se abría un amplio
hueco de entrada, con reja de madera torneada, permitiendo ver al fondo,
a derecha e izquierda, dos retablos barrocos y en el centro del ábside
otro, el de la venerada e impresionante imagen de Jesús con la cruz a
cuestas.
En los retablos laterales
estaban las imágenes de Ntra. Sñra. de la Soledad
y la de Sn. Pedro). Rematando su fachada, la típica
espadaña renacentista, compuestas de pilastras, frontón, pináculos y
cruz. (El suelo estaba cubierto por losas de piedra.) Todo en ella era armonía y expresión y con ella entonaba
admirablemente el marco de aquellos retorcidos y corpulentos castaños
seculares.”
“Tanto la capilla como
la imagen del Ecce-Homo se conservaron en perfecto estado, recibiendo
frecuentes visitas de sus devotos, hasta el año 1901: … Para amanecer el 25 de
junio del presente año (1901) manos sacrílegas prendieron fuego a la
capilla del Santuario.“
Capilla del Ecce-
Homo
“A los pocos días de aquel
incendio, Asturias entera se presentó a auxiliar al Condado de Noreña, y
por suscripción pública se costearon las obras de una nueva capilla, que
fue emplazada en el centro del Castañedo de La Soledad, y ejecutada con
arreglo al proyecto del arquitecto Luis Bellido, quien prestó
gratuitamente su colaboración técnica,
para elevar el nuevo templo de Jesús Nazareno (siendo maestro de obras D. José Cabeza Fernández).
La nueva capilla está concebida con un
criterio totalmente
opuesto a la antigua. Lo que en ésta era aplastamiento y horizontalidad
es en aquella elevación y verticalidad, resultando un tanto inexpresiva
por haber prescindido, quizás por razones económicas, de construir su
pórtico que era lo que más podía darle carácter de ermita o de
santuario.”
La
segunda capilla fue inaugurada en septiembre de 1903
y, también, fue llamada Capilla
de La Soledad.
Estaba reubicada, según se ha dicho, veinte metros al S. de la que
había sido destruida, para ocupar una situación más elevada, hacia el
centro del
castañeu de la Soledad,
donado, a tal
fin, por D.ª Eulalia Busto- D.ª Laína. Esta nueva capilla era más
alta, aunque su capacidad
era menor. Figuraba en su fachada principal un
rosetón con cristalera de colores y una espadaña que albergó dos
campanas. La puerta de entrada fue protegida, posteriormente, con una
“marquesina”. Tenía un retablo de castaño de estilo
gótico, cubierto de panes de oro, construido en los talleres del
gran artista Mori, en Oviedo. En el centro del camarín estaba la
imagen del Ecce-Homo y, en hornacinas laterales estaban, a la derecha, La Dolorosa (aunque le decían La Verónica), y a la izquierda
la de San Pedro. El presbiterio estaba cubierto de mármol, en dibujo de
damas y estaba separado del resto de la capilla por una reja, siendo el piso de madera. El edificio
aunque no sufrió daños durante la
Guerra Civil, le arrancaron el retablo e imágenes y fueron quemados, por
lo que fue restaurado al finalizar la contienda.
Desaparecida la imagen del Ecce-Homo
fue Fray Ramón Rodriguez Vigil, obispo
de Oviedo, quien se ofreció a donar otra a su querida Noreña, por lo que el párroco,
haciéndose eco de los deseos de sus feligreses, se atrevió a indicarle
que procurara que se pareciese lo más posible a la incendiada.
Fray Ramón que era muy espontáneo y campechano, le contestó: "Deje
usted Sr. Cura; la imagen quemada, más que imagen y figura de Jesús,
parecía un galeote." 111 Esto suscitó en los
noreñenses un fuego graneado de frases, no muy
cariñosas, para el insigne obispo.
Se aceptó finalmente la
imagen donada por
el Obispo Fray Ramón
y fueron muy solemnes los cultos que con motivo de su bendición e
inauguración se hicieron en la iglesia en la que el Obispo, P. Vigil,
ofició de pontifical en la misa de la fiesta y acompañó la procesión
magna, ... desde el templo parroquial hasta el "castañeu", donde se
erguía la (nueva) capilla del Nazareno.
Esta segunda imagen llevó
la misma suerte que la primera, según refiere D.ª Emilia Cabeza
Colunga:
“ En el verano del 36 (28-VIII-1936),
iconoclastas e incendiarios, llevados por su ardor anticlerical hicieron
en el castañeu, delante de la capilla, una enorme hoguera con todo lo
que había en ella. Allí ardió el valioso retablo. La venerada imagen
donada por el Obispo Fray Ramón y que había sido construida en unos
talleres escultóricos de Valencia, fue la primera en ser arrojada a las
llamas. La siguieron las de San Pedro y La Dolorosa. Ya habían hecho lo
mismo con todo lo que había dentro del templo parroquial. Allí el
espectáculo, tan doloroso para muchos, rayó en el sarcasmo; según
testimonio de los que lo presenciaron. En fin, tristes episodios que es
preciso olvidar.”
Tras el episodio del año
1936, antes citado, hubo que recurrir a una
nueva imagen, la
tercera, que
carecía de valor escultórico, por lo que fue sustituida, en 1955,
por la que figura actualmente en el altar mayor de la capilla.
Fue realizada por Gregorio Galán del Amo,
siendo una
magnífica réplica del Cristo de La Pasión, de Juan Martínez Montañés “ … la más hermosa de la Semana Santa
Sevillana”:13
 
La cabeza … refleja en
su rostro, un contenido, pero lacerante sufrimiento, sin precisar de
alardes dramáticos; su talla, muy apurada de modelado, no es menos
admirable en manos y pies, ya que hecha la imagen para ser vista al aire
libre y de cerca, la exigencia de perfección era mayor que en esculturas
de retablo.
Al igual que la imagen, el
artístico trono que la soporta, ricamente dorado y también realizado el
por D. Gregorio Galán, fueron adquiridos por la Cofradía de
Jesús Nazareno gracias a la subvención popular y noreñenses
ausentes, incluso de “allende los mares”, y como siempre, la juventud de
la Parroquia puso su “granito de arena” realizando actuaciones
culturales, postulaciones, tómbolas, etc., y hasta vendiendo lotería de
Navidad.
Ermita del
Ecce-Homo
Es la tercera que existió puesto que, en el año 1954, se precisó
reconstruir la existente:
“Pasados algunos años y
además de esas circunstancias que hemos hecho mención, unidas a la mala
calidad de sus mamposterías y sillares motivó en ella importantes
deterioros, acentuados en la anti-estética «marquesina» que, como
desgraciado postizo, protege o quiere proteger su puerta principal.
Estas deficiencias obligan ahora a dotar de sólida protección sus muros
con amplios pórticos exteriores, refugio, a su vez, par los muchos
fieles que acuden, aún en los crudos días de invierno, procurando
realzar su expresión con materiales resistentes al estilo de nuestros
templos rurales, emplazados muchas veces en lugares casi despoblados.”
E.R.Bustelo
Así surgió el santuario actual, bajo la dirección inteligente y
desinteresada de D. Enrique Rodríguez Bustelo, quien también
se encargó de realizar las obras Parroquiales en esa época.

El retablo barroco de esta capilla,
fue traído de Tamariz de Campos, en el año 1948, por la Cofradía de
Jesús Nazareno; tras comprobar los buenos resultados conseguidos con
la restauración de los altares de la iglesia parroquial; aunque en esta última adquisición, en 1948, surgió una azarosa historia:
"Don Alfredo Barral,
que era entonces el párroco, se encargó de hacer las gestiones precisas
en la misma Diócesis de Valladolid de donde habían venido los de la
Iglesia.
Pronto llegó la
contestación diciendo algo así; que "en un pueblo llamado Tamariz de
Campos, el sacerdote pedía insistentemente ayuda al obispado para salvar
los altares de la Iglesia, ya muchos años cerrada al culto y que
amenazaba ruina. Vengan tal vez les interese".
Se organizó pronto una
expedición formada por: D. Alfredo Barral Mosteirín, como entendido en
arte, D. Enrique Monte Cabañas, Hermano Mayor de la Cofradía, D. Benigno
Cabeza Colunga, ebanista y D. Florentino Reguero Mencía, experto chofer
de la empresa Castromocho al volante de un camión de carga de la
familia."
Los embajadores de la
Cofradía, tras haber trabajado durante varios días de riguroso invierno
en la preparación del trasporte, hubieron de aceptar el nuevo precio que
les fijaron los vecinos, quienes consiguieron, además, un cuartel para
la Guardia Civil de dicha localidad. En la negociación con el Sr.
Alcalde de Tamariz, además del Sr. Obispo de Valladolid participó,
incluso, D. Camilo Alonso Vega, por entonces Director General de
la guardia civil; llegando a un acuerdo, con el que quedaron muy
satisfechos tales vecinos. Finalmente nuestros emisarios pudieron salir
con su deteriorada carga, aunque con cierto temor:
" ... a eso de las tres
de la mañana, partieron los cuatro caballeros noreñenses nevando y sin
luna, con la apreciada carga y un poco de miedo; llevaban los faros
apagados y la complicidad de la nieve aminoraba sus ruidos. Atravesaron
el pueblo de Tamariz que dormía plácidamente. Solamente el anciano
sacerdote, aún cobijado bajo el toldo, les decía adiós."
La carga que transportaron se componía de dos retablos; uno para la
capilla del Ecce- Homo y, otro retablo que acabó en la iglesia de
Argüelles. También trajeron el valioso Cristo de la Salud de la
iglesia parroquial.
Pero tal era el estado de lo que finalmente pudieron
comprar que muchos lo calificaron de "un montón de astillas
apolilladas". Sin duda que se precisó una costosa y eficaz
restauración. Así se consiguió hacer realidad los deseos del párroco de
San Juan Bautista de Tamariz puesto que, gracias a él, se logró fueran
rescatados a tiempo, en la ruinosa iglesia, estas joyas que hoy se
pueden admirar en los templos antes citados.
La imagen del Ecce-Homo
pudo colocarse en la hornacina central del altar, como estuvieron las
primitivas imágenes, gracias a las obras de adaptación y restauración
realizadas por la Conserjería de Cultura.
También cuenta esta ermita con otras dos hermosas imágenes.
La de la Virgen Dolorosa, donada por D.ª Aurora Rato y su marido D.
Julio Alonso y la de San Pedro, donada por D. Severino Fernández
Fombona en 1942.
Hoy son muchos los devotos que acuden al santuario
ininterrumpidamente, tanto el día de la fiesta como el resto del año,
para venerar estas imágenes. |
D.
Alfredo Barral Mosteirín
Por: Emilia
Cabeza Colunga
Hijo de José y de Raquel, nació en Buenos Aires, el 7-XII-1913, sus
padres habían emigrado a la Argentina y, cuando D. Alfredo ya tenía 8
años, volvieron al terruño Fonsagrada (Lugo). Hizo los estudios
primarios en la Escuela Pública de dicho pueblo, donde se preparó para
ingresar en el Seminario Menor de Valdedios.
La Revolución de Octubre de
1934 le cogió en el Seminario Mayor de Oviedo y, al incendiarlo, cuando
la Iglesia de los PP Dominicos, pese a cogerles por sorpresa, pudieron
huir; pero a él y a otros seminaristas los cogieron los revolucionarios
a las afueras de Oviedo y los “arrimaron al paredón”. Allí pereció un
compañero. Él y otro seminarista llegaron huyendo hasta Tiñana donde
fueron acogidos cariñosamente por el bueno de “Juacu Torre” y
allí estuvieron hasta que terminó la revuelta. Más tarde, la Guerra
Civil le cogió en casa de sus padres en Fonsagrada.
Siguió sus estudios
eclesiásticos en el Seminario de Lugo, donde se ordenó sacerdote el
29-VII-1937. Volvió para Oviedo, pues Fonsagrada pertenecía a ésta
diócesis, y fue nombrado coadjutor: primero de la parroquia de Trevías y
luego de San José de Gijón. Cuando llevaba tres años de Regente en la
Parroquia de Ceares, fue nombrado Regente de la Parroquia Santa Mª de la
Asunción de Noreña y de la de San Martín de Argüelles, por el Obispo de
Oviedo y Conde de Noreña D. Benjamín Arriba y Castro, el
13-VII-1946 por lo que cumplió en Noreña los 33 años
(casa de
D.ª Mª Luz Cabeza Colunga) y al celebrarse el correspondiente concurso, fue
nombrado Párroco de Noreña, el 1-IX-1973.
De su labor pastoral cabe recordar el gran impacto que produjo en
los feligreses de aquella época La Misión Blanca. Ninguno
olvidará jamás la religiosidad con que vivió Noreña aquellas dos semanas
que se iniciaron, el día 6-III-1955, recibiendo a los PP. Paules que
encabezaba el P. Pedro Langarica, en la Plaza de La Cruz. Actos a
los que acudió gran multitud pese a la intensa nevada y que duró varios
días. La concurrencia de fieles a los actos religiosos fue tal que se
tuvo que ocupar el primer piso de la Torre y su pórtico; en el que hubo
que cerrar sus arcos utilizando toldos. A los actos que se programaron
en la parroquia con este motivo solo se abstuvieron de asistir: tres
niños, once mujeres y treinta y cinco hombres; en toda la villa. Los
gastos de la Misión se cubrieron con donativos entregados de forma
espontánea y en anonimato por los noreñenses; sin haber llegado a pedir
nada.
Aparte de su
indiscutible labor como párroco, su obra cumbre fue, sin duda alguna, el
haber conseguido los Institutos de Segunda Enseñanza
(Bachillerato),
cuando ya se construía un Colegio Parroquial con
viviendas para el Director y profesores.
El Instituto Masculino se inauguró el 2 octubre de 1963, época en la que
nuestra villa no tenía ni 4.000 habitantes; por lo que tales
pretensiones se consideraron una utopía.
Fueron costeados por la parroquia que
cedió los terrenos de la Huerta del Cura y Campo de La Iglesia siendo en
éste donde se construyó el Instituto Femenino de segunda Enseñanza. En
la Pola de Siero aún tardaron cinco años en conseguirlo. Fue una
verdadera hazaña auque, quizás, hoy no lo parezca. De ella se
beneficiaron, no solo los niños de Noreña, ya que, desde un principio,
tuvieron acceso a él todos los de los pueblos de la comarca.
Este párroco logró llevar a efecto numerosas obras
arquitectónicas y culturales de gran importancia para todos los
noreñenses; como son las obras de la iglesia parroquial: reconstrucción
de la torre; restauración de la casa rectoral y sacristía; construcción
del baptisterio, púlpito- su dosel vino de Torrelobatón-, pórtico y
enlosado y plaza de la iglesia; urbanización del cementerio y, también,
la casi total reconstrucción de la Ermita del Ecce-Homo.
"Para asegurar que el día de mañana no se pudiera
construir algún edificio, que pudiera quitar vista u ocultara la
fachada principal del templo" se compró (A) para la Parroquia y con dinero de los
feligreses (75 mil pesetas), la parcela existente ante la plaza de la
Iglesia, C/ de La Iglesia nº 39 (803 m2), y también (B y C),
que limitan con el rio al S (1.880 m2).
En su tiempo se construyó el gran
Salón Parroquial. Fue pensado para que fuera un complemento de las
actividades parroquiales: catequesis, , conferencias para jóvenes y
adultos, reuniones, funciones de teatro, cine infantil, etc. Tenía un
amplio salón con
550 butacas de madera, muy cómodas; hechas aquí mismo, en Noreña. El vestíbulo
había sido hecho bastante amplio para poner, con el tiempo, una
biblioteca, sala de juegos, tal vez un bar, etc.
Hacia el verano de 1960
llegó a ser una realidad, sobre todo para los muchos grupos de aficiones
artísticas de la localidad que ahora ya disponían del local soñado, sin
tener que buscarlo primero para ensayar y luego para actuar. Había
entonces, como casi siempre en esta villa, varios grupos de teatro,
baile regional, coros y, también, una buena rondalla.
Sueño hecho realidad,
funcionando casi todo, por lo menos más de la mitad, con el esfuerzo de
todos, a base de rifas, obras de teatro, postulaciones y algún que otro
donativo anónimo. Se podía decir que satisfizo a todos. Era, también, un
complemento para las actividades artísticas y culturales del Instituto.
Es bien sabido que los
españoles aún nos falta por aprender algo muy importante: “Que lo que de
todos … Todos tenemos que cuidarlo”. Aquel Salón había sido hecho con el
esfuerzo de todos y cayó, por la desidia o la indiferencia … también de
todos.
Radio Noreña-
E.A.K.10-C.O.P.E.
Una luminosa mañana del
mes de junio de 1951, dos días antes de la vista a Noreña de Santina a
nuestra villa, muchos radioyentes escucharon sorprendidos una
desacostumbrada melodía religiosa y este indicativo: “Aquí La Emisora
Parroquial De Noreña”.
“Era la primera emisora de
esta clase en España, que respondía a una amplia visión de la eficacia
del apostolado radiofónico.”
Después siguió funcionando
normalmente hasta que el Gobernador Civil de la Provincia la clausuró
algún tiempo más tarde con el pretexto de ser una emisora de radio de
onda media.
Era una injusticia
manifiesta; que saltaba a la vista. Falange Española tenía entonces
numerosas cadenas de radio que funcionaban así. También las había
privadas y, que la Iglesia no pudiera tenerlas para sus fines
religiosos, no podía comprenderse.
Por fin, con la
intervención de altas instancias, se acordó adjudicar a la Iglesia su
cadena; a la que se designó, desde un principio, con el indicativo de
Cadena de Ondas Populares Españolas (COPE).
Pronto llegó la
documentación oficial de la emisora de Noreña. La primera en la nueva
cadena y con autorización de una potencia de Dos Kilovatios. Solo se
puso en marcha un trasmisor de 500 vatios; era suficiente para lo que se
proyectaba. Durante la época de pruebas de la emisora, se recibieron
controles hasta de fuera de la provincia, entre otros de Valladolid
(capital) y de Ponferrada. El primer estudio estuvo instalado en la Casa
Rectoral y, luego, se pasó al primer piso de la torre.
Fue esta emisora, desde un
principio, un instrumento de apostolado y por eso se eliminó toda clase
de publicidad mercantilista. Pudo sostenerse con una aportación mínima
de los socios y gracias a que las veinte personas que en ella
trabajaban lo hacían completamente gratis. Casi todas pertenecían a
distintas asociaciones de la parroquia. Entre todas, es justo destacar a
las dos locutoras que, diariamente, acudían a la emisora, actuando ante
el micrófono como verdaderas profesionales: D.ª Pacita Alonso Cabeza
(q.e d.) y D.ª Socorro Colunga Cuervo.
Radio Popular de Noreña
tenía, diariamente, tres horas de emisión. Comenzaba con la
retransmisión del Santo Rosario, que se rezaba diariamente, desde la
Iglesia Parroquial y que era seguido por la gente piadosa de aquí y de
muchos pueblos del centro de Asturias. Tuvieron gran audición los
programas de música: zarzuela, clásica, religiosa, cancionero y música
popular- contaba con unos 1000 discos. Tampoco faltaron programas
infantiles, dirigidos por el entonces el coadjutor- de grato recuerdo
para muchos; nombrado Caballero de la Orden del Sabadiego- D.
Angel Ferández Llano. También hubo espacios femeninos;
concursos... Todo era posible al contar con la colaboración
desinteresada y generosa de más de 20 personas y aportaciones de socios
de toda Asturias que seguían con gran interés sus emisiones. Aún se
recuerdan las intervenciones de Eloy Cuesta Rodríguez -el Mosquitu;
Emilia Cabeza Colunga, Bernardina Rodriguez Álvarez- Nardi, ...
La tertulia dirigida por Eloy Noval de la «Cla el Corchu»,
"con unos programas de opinión, atrevidos hasta la temeridad, ..."
«Lo más reaccionario en la historia de Occidente después de Trento»
trataban de los avatares de la vida local, acontecimientos
internacionales, espectáculos y anécdotas ... todo fue pasado por un
criterio liberal y sin filtros, novedoso e irónico, pero excesivo para
las mentalidades de campanario, ...". Así D. Alfredo pudo
decir finalmente: "Nunca tuvimos problemas de censura civil ni
eclesiástica."
La emisora “Radio Noreña”
había sido una experiencia pastoral, creada y dirigida por nuestro
malogrado párroco D. Alfredo Barral. Cuando éste, por enfermedad,
tuvo que dejar la parroquia, lamentablemente, su querida emisora y de la
que los noreñenses nos sentíamos tan orgullosos, dejo de trasmitir sus
amenas emisiones.
De mano de este párroco
también surgió el
Orfeón Condal
de Noreña con noventa y dos voces mixtas; dieron su primer concierto el
sábado 31-5-1958, en el salón de sesiones del Ayuntamiento, ante Dña.
Carmen Polo de Franco y Dña. Ramona Rodriguez Bustelo (ver).
Ese día, también cantaron y entusiasmaron al numeroso público asistente
en el Cinema Argüelles (Cine de Marcelino) de Noreña.(La Nueva España
domingo 1-VI-1958) La apoteosis llegó con el fin de fiesta al
interpretar "El quirosanu"; con la participación de la magnífica
pareja de baile formada por Benigno el Maquinista, de
Lieres y Maria Polledo Álvarez
(ver),
aunque había muchos bailarines donde elegir entre los componentes;
algunos iniciados años antes en el mismo escenario.
1948 (ver)
El primer abanderado del
Orfeón, fue D. Julio Huergo Arbesú, un gran aficionado a la
música y entusiasta del coro que en su infancia perteneció a la Banda de
Música Municipal.
En torno al Orfeón se formó la Sociedad
Arte y Cultura; en la que también germinó una rondalla y el orfeón
infantil.
La Villa de Noreña como
reconocimiento a la labor pastoral, cultural y total entrega, durante
tantos años en los que llevó en su corazón a su querida Parroquia de
Noreña y Argüelles, le dedicó, en vida, la céntrica C/ Alfredo
Barral. Falleció en la Casa Sacerdotal de Oviedo el 27-X-1998 y
fue enterrado en el cementerio parroquial de Santa Mª de Noreña.
_________________________________________________________________________
Párrocos y Coadjutores de NOREÑA
(Ver
relación )
|
Castañeu
de la Soledad
Lugar incomparable, en el que se puede gozar con tranquilidad
contemplando el entorno de Noreña y Celles, con los Picos de Europa,
Peña Mayor, Peña Mea, etc., como fondo.
Según Dña. Mª Dolores
Alonso Cabeza:
"El magnífico edificio del Hotel Cristina, da mayor amplitud
al contorno urbano de la villa, puesto que añade un espacio que
hasta ahora pertenecía al ámbito rural". "Robles
y castaños centenarios, protegen de ruidos exteriores y hacen
el lugar más sano y apacible."
El nuevo hotel al que se hace referencia,
está enclavado en el entorno del castañeu de la Soledad
y según Dña. Mª Dolores:
"Por esta zona de Noreña,
Ramón Pérez de Ayala, buscaba formas para los dibujos
de sus cuadros pictóricos, tomaba del paisaje notas para sus
poesías, y perpetuó en alguna de sus obras narrativas
las tensiones políticas del pueblo, tipos y costumbres que observaba."
Prosigue,
recitando de Pérez de Ayala: (Luz de Domingo. 1916)
"... Hay que aprovechar el aire libre... Había
amanecido despejado, maravillosamente despejado... salieron al campo,
llegaron hasta la pomarada de la ermita del Cristo. Era una ladera,
vestida de menuda y aterciopelada hierba verdegay, plantada de muchos
manzanos, entonces en flor...Entre los manzanos, todos cubiertos de
blanco, columbrábase la ermita del Cristo, con un porche de infantil
arquitectura, la puerta de barrotes pintada de almagre y dentro, una
lucita dorada que temblaba en la sombra..."
"... ¿ Fue una intuición
estética lo que motivó la elección de este lugar,
o el efecto sugerente de otro hermoso amanecer abrileño, como
el que refirió el poeta?"
"... No hay duda que ha sido un
acierto tanto el diseño como la ubicación del
Hotel
Cristina, que redundará en beneficio de la villa y que ofrece
la perspectiva de un hermoso cuadro, una estampa nueva, real, en la
vista panorámica de Noreña.
|
Fábrica La Luz,
tras reciente remodelación.

D. Justo Rodríguez Fernández
(n.27-X-1858), noreñense insigne, fue el gran promotor de la industria
cárnica en Noreña que dio lugar a su gran crecimiento a finales del S.
XIX, como se aprecia en datos ya reseñados.
Era de una modesta familia
artesana y estudió durante tres años en la cátedra de latinidad de Pola
de Siero, materia en la que luego ejerció como profesor en el Colegio de
La Merced, de Avilés. Abandonó esta actividad para regresar a Noreña, en
1875.
Contrajo matrimonio con
D.ª Marciala Bustelo, el 20-XI-1880; ilustre avilesina, cuya
familia poseía la fábrica de embutidos La Luz en Avilés; “… nombre
que proviene de la Ermita de La Luz”, del mismo lugar (La Esfera,
1930)84. Para establecerse en el ramo de carnes y tripas de
importación, compraron dos casas de la C/ Fray Ramón, que unieron, y
forman una
amplia esquina
con la C/ La Portilla; siendo los bajos que miran al Parque los que
dedicaron a tal menester.
Cita Xenius que La Luz
, fue creada en 1882 ,"por un joven noreñense..., la primera
industria de embutidos en modestas proporciones y que al cabo de medio
siglo debía pasar a ocupar los primeros puestos de la industria nacional"
(Porfolio de 1944).
D. Justo
fue un hombre muy emprendedor. En 1901 fundó, con la familia Vigil
Escalera de Pola de Siero, la empresa Electricista de Siero y Noreña,
lo que permitió el desarrollo industrial de la villa, que, hasta
entonces, era puramente artesanal, como lo fue la primer fábrica de
embutidos de esta localidad, creada por D. Victoriano Nuño Olay,
que se llamó El Buen Gusto. Lo expuesto por D. Abelardo Alvarez
Riestra, Porfolio 1999 8, sobre el origen del nombre de
“La Luz” como primer nombre de “La Belarmina” es inexacto. Tal marca ya
existía en Avilés, antes de que pudiera utilizarla D. Manuel Río-
“Manolón El Jarro, … que vivían en la Plaza de La Cruz.”
La creciente demanda y la
necesidad de mejorar la pureza y calidad de los productos cárnicos, le
llevaron
a trasladar a Noreña «La Antigua Luz de Avilés» que pertenecía a su
mujer (El Correo de Asturias-Habana, del 17-II-1895, pág 2,3). “Fundada,
en tiempos bastante lejanos en la villa de Avilés, fue trasladada a
Noreña” (JM Barbáchano, 1924)9. Era una empresa
modélica en su género gracias a que incorporó las modernas tecnologías,
con máquinas "movidas a vapor" que pronto alcanzó gran renombre. En ella
trabajaban, solo para atar chorizos, unas sesenta mujeres. Fue la primer
empresa que exportó a Hispanoamérica estos productos; principalmente a
Cuba.
Estos
datos esclarecedores sobre el origen y nombre de esta industria, han
sido descubiertos por D. José Manuel Rodriguez Hevia
quien aporta, además, los que permiten fijar el año de construcción de
ésta
nueva Fábrica La Luz;
de Noreña:
- Nota de Berrón y
Noreña. El Carbayón.,
30-Junio-1913:
"Gran Alarma: A eso de las doce de la noche nos despiertan las
campanas tocando a fuego. Se creyó en los primeros momentos que quemaba
la fábrica de embutidos en construcción de D. Justo Rodriguez,
..."
-
Turismo en Asturias.
Diciembre de 1913, referido a Noreña:
"Son muy importantes las fábricas de salazón y embutidos, entre las que
se destaca la de D. Justo Rodriguez, edificada últimamente. Es un
gran edificio montado con los más modernos aparatos para esta
industria". Y en un
anuncio:" Fábrica de conservas y salazón de carnes, movida a vapor.
Exportaciones a América".
Ver
otro anuncio de 1915.
Nava Valdés,
Antonio
También utilizó D. Justo otras
marcas: «El Choricero de Goya», como proveedor de la Casa Real; «El
Auseba». En el año 1930 sus productos eran
controlados por "D. Juan Sánchez Caro, nombrado por la Dirección
General de Sanidad veterinario oficial de la fábrica La Luz". (La
Esfera)
Esta industria fue la
primera en exportar a Hispanoamérica, principalmente a Cuba, Puerto Rico
y, últimamente, a Venezuela.
A la sombra de esta gran
industria prosperaron numerosos noreñenses al convertirse en sus
proveedores y dedicarse, como autónomos, a la compra y sacrificio de
ganado vacuno y de cerda. Otros
crearon sus propias fábrica y así surgieron más de veinte industrias con
nombre registrado: El Hórreo; La Florida- 1935: La Perla Asturiana-
luego llamada Productos Fanjul; La Carballala- luego Productos Ya; La
Belarmina; La Verdad; La Competidora Colunguesa; La Carmina-1930; El
Chilu; La Invencible; La Esther; La Mariposa; La Noreñensa (sic); La
Alejandrina; La Pilarica- luego LUYMA,... Gracias a la excelente calidad
de los productos y al control sanitario riguroso, pronto se hizo
desaparecer el dicho de "carne en calceta ..."; y estos productos
llegaron a los más recónditos lugares de España y América;
particularmente a Cuba y Puerto Rico. Por su parte, D. Justo,
también creó otra fabrica de embutidos que quedó frustrada por la Guerra
Civil, en Tardajos (Burgos), como, también, ocurrió con la de zapatos
creada en Noreña; citada al hablar de dicha industria.
En el transcurso de los
años D. Justo también desempeño diversos cargos municipales:
escribiente, secretario y, finalmente, fue alcalde durante un cuarto de
lustro. Interesado en promover la cultura, fundó el Círculo Católico
de Obreros, clausurado en 1910, y posteriormente dio todo su apoyo
al
Ateneo
Popular(PDF)
(1926); asociación de la que fue nombrado Presidente
Honorario.
También debía ser
aficionado a viajar porque, aunque D. Justo tenía muchas
ocupaciones, se sabe que hizo aquella famosa peregrinación a Roma, en
abril de 1894, con motivo de de la Encíclica “Rerun novarum” que
había promulgado el Papa León XIII. En el viaje, que realizaron en un
viejo barco desde Barcelona, también iban otros noreñenses notables: D.
José Cabeza Fernández, D. Wenceslao García, D. Eduardo Rodríguez y
su hermano D. Robustiano, que era sacerdote, y que juntos
pasaron, al regreso de la Ciudad Santa, una gran odisea. Su barco, el
Bellver, estuvo a punto de naufragar y por fin arribaron, casi de
milagro, a la costa de Cagliari, Cerdeña. A su regreso, contaron
emocionados:
“.. temiendo no volver
a ver a los nuestros, los de Noreña rezábamos abrazados y, llorando,
invocamos a nuestro Ecce-Homín. ¡Protégenos Señor!. Gritamos juntos.
¿Fue aquello un milagro? o ¿una ilusión? Pero a todos nos pareció ver
venir sobre las olas a nuestro Nazareno y que con el hombro libre de la
cruz, levantaba el barco por donde se hundía.”
Emilia Cabeza Colunga20
Una réplica de aquel
barco se conservaba como exvoto y recuerdo, de lo que ellos tuvieron por
“milagro”, en la pared de la capilla de La Soledad, hasta hace pocos
años.
A su muerte, junto a la gran labor que
ha sido citada, dejó una insigne familia y la Parroquia de Noreña da
testimonio del agradecimiento a D. Justo con la
placa colocada junto a la
entrada lateral de su iglesia. De él escribió D. Higinio Monte Cuesta:
“Era el Señor Rodriguez respetuoso, sincero y afable; de gran
iniciativa y clara inteligencia; consejero leal y de valía; protector
del menesteroso; patrocinador de toda institución religiosa y cultural.
Su vida constituye un modelo de caballeros cristianos yun ejemplo de
laboriosidad infatigable.
Ocurrió su fallecimiento en Noreña
el 1º de diciembre de 1947.”
Los seis hijos de este matrimonio fueron: D. Alejandro,
alcalde que ya ha sido citado. D. Enrique (1885, + 1983):
prestigioso arquitecto titulado en 1913. Entre sus obras figuran las
iglesias de Pola de Lena, Mieres, San José de Gijón, Cangas de Onís.
Reconstruyó las Iglesias de Candás y Villamayor y, generosamente, en
Noreña, reconstruyó su Iglesia y la Capilla del Ecce-Homo. D. Luis,
fue industrial; compró la fábrica de embutidos “La Pilarica” que pasó a
llamar “LUYMA”. D.ª Borja y D.ª María:
“Regentaron, durante muchos años,
la fábrica La Luz a la que acudían diariamente y a pie, dando ejemplo de
laboriosidad y disciplina. Lo mismo en verano que en invierno, llegaban
las primeras y marchaban las últimas. Las obreras las recuerdan, aún
hoy, con mucho cariño. También fueron unas hijas ejemplares que cuidaron
de su padre hasta el último momento”.ECC
D.ª Ramona,
la menor de los hijos, se casó con D. Camilo Alonso Vega
(29-V-1889, + 1971); persona que tuvo gran influencia en la vida de la
villa durante muchos años. En
1939 ya fue declarado Hijo Adoptivo de la Villa por
haberla
liberado durante la Revolución de 1934, participando en la pacificación
de Asturias; lo que repitió, liberando a Asturias,
en 1937, durante la Guerra
Civil. Llegó a ser Director General de la
Guardia Civil (1943 a 1955) y Ministro de la Gobernación (1957 a
1969). Siempre demostró gran cariño hacia los noreñenses y fue
correspondido, mereciendo, además, la Medalla de Oro de Noreña
que le fue concedida el 15-I-1956, por la solicitud e interés que
siempre demostró para resolver los problemas de este Concejo.
"De entre todos los hijos
de este ilustre prócer es justo destacar a la Excma. Sra. D.ª Ramona,
que quizás fue la preferida y más querida por los noreñenses, por su
sencillez, afabilidad y natural simpatía. Cualidades que también tenía
su augusto esposo D. Camilo Alonso Vega, que en Noreña era un noreñense
más y así se consideraba. Por eso en el año 1939 esta villa le nombró
Hijo Adoptivo. Gustaba pasear por nuestro pueblo y admirar o reprobar
las obras que en él se hacían; saludando a todo el mundo y parándose a
charlar con los ancianos que conocía, nunca olvidaba sus nombres,
preguntándoles por sus achaques. Aunque por su alto cargo estaría muy
ocupado, no solía faltar a la procesión del día del Ecce- Homo y,
alguna vez, la presidió con la mortaja del Nazareno.
Este inolvidable
matrimonio, fue durante años, ¿cómo diría?, ¿el protector de nuestra
villa?. Muchos no olvidamos lo que hicieron por este pueblo, aunque para
algunos sea ya «una vieja historia». Hoy no sería posible enumerar lo
mucho que, mediante su intervención Noreña consiguió: para la Iglesia,
para la Enseñanza, la Industria, etc. Y lo que D.ª Ramona hizo
personalmente no solo para cualquier vecino de esta nuestra villa sino,
también, para la gente de los pueblos cercanos. Se acudía a ella por
mediación de sus hermanas para solicitar una plaza de hospital para una
operación difícil, una recomendación importante o un puesto de trabajo.
Todos sabían que D.ª Ramona ponía siempre todos los medios a su alcance
para ayudarles; máxime si se trataba de un enfermo y, sobretodo, si era
un niño. Incluso acudía a hacer compañía a la familia durante la
intervención, cuando eran de alto riesgo. Referente a la llaneza y a la
preferencia con que recibía en su domicilio de Madrid a los de Noreña,
no resisto el impulso de transcribir lo que , no hace mucho, contaba
“entre culín y culín” un vecino de nuestra localidad: «Era yo ya más que
chaval y no acababa de encontrar asientu. Tenía aburrios a todos los
míos y yo también lo estaba. Canseme de dar vueltes por aquí y fui a
dales a Madrid. Hasta que un día presenteme en casa de D.ª Ramona. Así ,
“por les buenes”. Abrióme la puerta una moza que me preguntó muy fina-
¿a quién tenía que anunciar?¡A uno de Noreña! No me conoz. Dije yo.
Pasóme a un salón donde había bastante gente, pero pronto volvió para
llevame a otru salón mas pequeñu, donde no estaba nadie. Salió enseguida
D.ª Ramona y muy sonriente en cuanto me vió dijo: “Tu yes … de tal
familia”. Y yera verdá. Preguntome por mi güela, por mi padre, por todos
y ya, llamándome por el mote de mi güelu díjome de frente-¿Qué vienes a
pedime?»
A un matrimonio tan
distinguido como éste, en un libro sobre Noreña, habría que dedicar más
de un capitulo glosado por un escritor notable. Pero yo lo pongo aquí,
con su familia. Estoy seguro que es donde D.ª Ramona querría estar y, en
cuanto a mi pobre prosa, se que le gustaría porque vería en ella la
buena voluntad de un noreñense que escribe simplemente lo que oyó contar
a sus mayores. Sin más pretensiones que la de evitar que, con el paso
del tiempo, la historia de nuestro Pueblo se vaya diluyendo y perdiendo
en el olvido.“
ECC
D.ª
Borja donó el púlpito de piedra actual a la parroquia y, junto con sus
hermanas, D.ª María y D.ª Ramona, donaron los retablos de la iglesia. Hoy sabemos que el
retablo mayor es obra de Juan de Juni. |
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