Parroquia Sta. Mª de Noreña

(Ver actualización. Rodriguez Hevia JM y Fanjul Cabeza, JM: LA CONSTRUCCIÓN DE LA IGLESIA PARROQUIAL DE NOREÑA (1591-1663).

Porfolio Fiestas Ecce-Homo. 2009.

 

Iglesia parroquial.-  Fue edificada en "... el mismo lugar que, en la época medieval, sirvió de asiento a otro (templo) de estilo románico." Cuando, en el año 1441, falleció en Noreña el Obispo de Oviedo y Conde de Noreña D. Diego Ramírez de Guzmán, "... mandó enterrarse en la Capilla mayor de la Iglesia de Noreña".124

 La iglesia actual, como es costumbre en este tipo de arquitectura, se inició construyendo La Capilla Mayor (ábside y nave central), siendo Obispo y Conde D. Gonzalo de Solórzano (1570-1580), de lo que encargó al maestro Toribio González. Cuando falleció este obispo "en su Condado de Noreña", siguiendo sus disposiciones fue enterrado en esta iglesia; cosa que no aceptó el párroco de San Miguel de Lada, Langreo, por lo que hurtó el cadáver con la ayuda de sus feligreses, causando gran ruido y escándalo en la Diócesis. Los restos del Obispo tras ser recuperados fueron depositarlos provisionalmente en la Capilla Mayor de la Catedral de Oviedo y, en 1582, trasladados definitivamente , con la pompa y solemnidad que requería a la sazón un señor obispo,84 a "Torralba, su país natal, donde fundó una capilla con seis capellanes ..." 124

En 1640, siendo Obispo y Conde D. Antonio de Valdés Herrera (1636-1642), se encargó al maestro santanderino Fernando Huerta que añadiese las naves laterales que faltaban por construir a la iglesia, pero "... su intervención no fue muy afortunada, al derrumbarse los muros del cuerpo central, quedando en pie, únicamente, la capilla mayor y la sacristía. F. Huerta dio en quiebra en 1644." (Mª S. Álvarez Fernández). La iglesia se terminó de construir en el centenario siguiente "...  gracias a la consabida aportación económica de los vecinos de la villa condal, con el mismo Obispo; por lo que su escudo figura en lo alto de la nave lateral del evangelio. (D. Joaquín Monte Rodriguez).

El 27-3-1641 fue contratado el altar de la iglesia parroquial de Nuestra Señora del Condado de Noreña: "Rompimiento por terceras partes entre Luis de la Vega, Francisco Gonzalez y Pedro García, Escultores"; según figura en documento firmado por el escribano Pedro de Trasaguas. (Germán Ramallo Asensio)

En 1702 se construyó el antiguo pórtico quedando prácticamente finalizadas las obras.

En 1868, se hizo la escalinata del presbiterio y, en 1891,"... se construyó una amplia sacristía y un coro muy capaz, todo en armonía con el resto del templo".

En 1926  … se construyó una bonita y sobria balaustrada en el presbiterio y, en el mismo año, se colocó un artístico púlpito y hermosos confesionarios (donados por la familia Rionda-Alonso), construido en  los acreditados talleres de las Escuelas Salesianas de Sarriá. (Barcelona). También se ha renovado casi todo su pavimento, quedando con todo esto nuestro templo en muy buenas condiciones y con las comodidades posibles.

La iglesia:

 "... Contiene variantes arquitectónicas impuestas por el nuevo estilo aceptando modelos góticos foráneos. La utilización de complicadas bóvedas de crucería situadas a la misma altura sobre las tres naves y el presbiterio propio  de "iglesias  de salón", difundidas en el Levante Español en la Europa Central durante las centurias anteriores, siguiendo esquemas góticos "cultos" que por razones de su tardía cronología se van a mezclar con elementos renacentistas en la ornamentación.

Así, encarna, dentro de la arquitectura de la zona central de Asturias, un aspecto tipológico de indudable interés. Únicamente en Noreña, y por influjo directo de la mitra ovetense, vemos plasmarse algunos aspectos formales y decorativos de mentalidad clasicista (arcadas que sostienen las bóvedas y cenefas en forma de friso con motivos renacentistas muy simples)"

Mª S. Álvarez Fernández

 

    "Al entrar, se nota enseguida que la disposición general del recinto sagrado es la típica del gótico español en el último período, ya que es de planta rectangular en forma de salón con tres naves a la misma altura, de tres tramos cada una, con lo cual no son necesarios los arbotantes, pues quedan contrarrestados con los recios contrafuertes exteriores. "
 Yendo así en alto -afirma Rodrigo Gil de Ontañón, el famoso arquitecto de la catedral de Segovia- el edificio es más fuerte, sube más, porque no ha menester que desde la colateral se le dé fuerza a la mayor"
.

Esteban García Chico

 

 

"La portada principal es de corte clásico: adintelada, con frontón triangular, acroteras o remates en forma de bolas a ambos lados, y sobre ella una pequeña hornacina con la imagen de la Virgen, titular de la iglesia."

 

 

 

 

 

 

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Medidas de la iglesia

Superficie interior: 413,8 m2 (23,85*17,35)

Altura de la torre: 25,83 m (22,83 m hasta la cornisa+ 3 m cubierta). La que existía anteriormente "era algo más baja y achatada".

Explanada anterior de la iglesia: 712,89 m2 (28,1*25,37)

Aunque el conjunto es muy armónico muestra en su interior el sello peculiar de su época y estilo; en el que importa más la sencillez que el recargamiento de elementos decorativos y, sin embargo, es una gallarda fábrica de sillería.

"Sorprende la elevación de sus bóvedas (11,63 m) con arcos de crucería de gran variedad y riqueza, tanto en arcos como en claves, de claro perfil gótico en las postrimerías; sostenido todo por sólidos pilares, a los que sirven de capiteles molduras corridas, cuya belleza y armonía de composición hacen sentir al visitante la majestad y el recogimiento que convienen a la Casa de Dios."

Debido a los años que transcurrieron para su reconstrucción su arquitectura es una mezcla del estilo renacentista y gótico tardío.

 Tras la guerra civil precisó ser restaurada ya que, según cuenta D. Enrique Rodríguez Bustelo: había sufrido graves desperfectos " ... al formar una gran hoguera en su interior, donde las llamas ocasionaron la destrucción de sus retablos barrocos con las imágenes y el archivo parroquial, el 25 de agosto de 1936. La estructura abovedada de la iglesia evitó su destrucción total, resultando con partes muy calcinadas, y totalmente destruida la Sacristía y casa Rectoral. Pese a que en los años 1934-35 fue denunciado el estado ruinoso de la torre, el incendió destruyó el entramado de vigas del interior de la torre por lo que, desgraciadamente, el 4 de febrero de 1939, se derrumbó totalmente; arrastrando con ella la fachada principal de la iglesia. En este estado, la iglesia fue ocupada por gitanos con sus carros y caballos, y en ella cocinaban y hacían su vida. La restauración urgente de los defectos de cimentación de la iglesia y los ocasionados en la fachada por el derrumbe de la torre, fueron realizados gracias a D. Justo Rodriguez Fernandez, lo que evitó la pérdida de este edificio singular. La reconstrucción provisional de la fachada incluyó una espadaña en la que el volvieron a sonar las campanas con motivo de "bajar el Santu" para las Fiestas del Ecce-Homo de 1939. Así estuvo la iglesia hasta que se reconstruyó su torre en 1948-1950, época en la que se hicieron diversas obras siendo párroco D. Alfredo Barral; del que luego se trata.

Al poder regresar el párroco por haber finalizado la Guerra Civil, las misas y funciones religiosas hubieron de celebrarse en el Palacio- Residencia del Dr. Dionisio Cuesta Olay situado frente a la iglesia, durante el corto tiempo que se precisó para rehabilitar la Capilla del Colegio de Religiosas de la Sagrada Familia. Éstas habían sido desalojadas de dicho colegio y tuvieron que residir en este palacio.

 

Retablos e imágenes (s. XVI, XVII y XVIII).- Tienen gran relevancia. Afortunadamente, en  el 1948, fueron rescatados   del estado lamentable en que se encontraban en la iglesia de San Pedro, Torrelobatón (Valladolid); motivo de su puesta en venta por el Obispado, por lo que fueron donados por la familia de D. Justo Rodríguez Fernández.

Destaca entre ellos el altar mayor:

"Consta  de banco, dos cuerpos y ático. Es un retablo pensado par exhibir pintura, pues lleva seis grandes lienzos. En el banco se dispone de forma apaisada el lavatorio de los pies por Cristo y la Sagrada Cena. En el primer cuerpo figuran la vocación de San Pedro y las lágrimas del apóstol tras la negación de Cristo. En el segundo cuerpo van la liberación de San Pedro por un ángel y su crucifixión. Han sido eliminados de la arquitectura las hornacinas para alojamiento de las esculturas, de suerte que se sitúan en el frente de las pilastras que separan los lienzos, tapando una parte de éstos. En el cuerpo primero se hallan los evangelistas; en el segundo los Doctores Máximos. Una hornacina central, que abarca los dos cuerpos, aloja el santo titular. A los lados se sitúa un adorno de frutas, en forma de subiente, que tiene arranque en dos niños situados en el ático. En éste destaca una gran portada, en que tienen amplio acomodo las esculturas de Cristo crucificado, la Virgen y San Juan."

J. J. Martín Gonzalez. 1986

Inicialmente de atribuyó a Adrián Alvarez por figurar entre los bienes pendientes de pago inventariados por su viuda: "retablo de pintura y escoltura de la advocación de San pedro para la villa de torre de lobaton".

 El gran interés de este retablo motivó diversos estudios y publicaciones (Candeira 1943-44; E. García Chico-1966; A Barral Mosteirín- 1979; E. Cuesta Rodriguez 1986; Emilia Cabeza Colunga 2000).

La difusión de este retablo en esta Web permitió fuera localizado por el director del Museo Nacional de Escultura, D. Jesús Urréa, quien  publicó

      "Identificación de un retablo de JUAN de JUNI en Noreña" (Boletín M.N.E. nº 8 año 2004; editado en mayo 2006. Este gran descubrimiento ha sido posible gracias a la minuciosa investigación, que había realizado previamente, sobre el retablo que Juan de Juni había contratado el 30-6-1564, (cuya reconstrucción - dibujo a mano- realizó el arquitecto D. Luis Alberto Mingo Macías) y sabiendo que había sido concluido el 22-4-1567. Tal reconstrucción y las investigaciones pertinentes, solo llevaron a catalogarlo como “perdido”; hasta que D. Jesús Urréa lo reconoció en ésta Web.

Contrato firmado por Juan de Juni con la Compañía de Jesús (Esteban García Chico 1941)

Fabricado en madera de pino de Soria, medía 4,17 m. (= 15 pies de ancho), «sin los festones» laterales, que volaban pie y medio cada uno fuera del cuerpo del retablo, y otros 9,19 m. (=33 pies) de alto, desde encima del altar hasta lo alto del remate superior. En su banco se disponían, a ambos lados de la custodia, sendos tableros con pinturas de pincel y sus extremos se flanqueaban mediante columnas estriadas de orden dórico. El tabernáculo, compuesto «de muy buena y nueva ordenanza», constaba de cuatro columnas y medía 1,58 m. (=5 pies y tres cuartos de ancho) por otro tanto de alto estando decorada su puerta por la una figura de «un niño Jesús del tamaño que se pudiere extender de talla entero»; encima de su remate (de 2 pies) se situaba una imagen de Nuestra Señora, por entonces titular del templo.

Sobre la custodia y en medio del retablo, había una caja de 2,22m. de alto por 0,76m. de ancho (= 8 pies de vara de alto por tres pies menos un cuarto de ancho) para albergar la imagen de Nuestra Señora, con su moldura alrededor, y encima un frontispicio con una venera y sobre él asiento para la cruz de un Crucifijo. A ambos lados de la caja se situaban dos tableros, con su adorno de molduras alrede­dor, para pinturas de pincel y encima su corni­sa, resaltada para asiento de cada tablero, otras dos figuras a cada lado y, abajo, dentro de la moldura, un serafín. A los lados de la caja y venera de la imagen de Nuestra Señora, se dis­ponían otros dos tableros de pincel y a cada lado dos termes a manera de compartimentos que sustentaban arquitrabe, friso y cornisa.

Sobre la cornisa principal se colocaba el ático (de 12 o 13 pies = 3,36m.) y sobre la cornisa, a cada lado de afuera, un niño «colgando de la mano un festón de fruta y follaje con una tarje­ta o escudo con el nombre de Jesús». Aquel se formaba mediante dos columnas estriadas de orden jónico, que formaban la caja en la que se situaba un tablero grande que servía de respal­do a la figura del Crucifijo, el arquitrabe, friso y cornisa y por último el frontispicio en el que se alojaba una imagen de Dios Padre «que sal­gan sus brazos»; tres vasos coronaban el frontón que remataba todo el retablo. Además, en los diferentes cuerpos que componían el retablo, dispuestas sobre sus entablamentos se distri­buirían ocho figuras, de bulto redondo, de 0,97m.de alto (=3 pies y medio), representan­do los cuatro Evangelistas y los Doctores, acompañados de sus correspondientes insignias.

Jesús Urréa

Según se refiere en el citado boletín, al modificar el templo que los Jesuitas tenían en Valladolid dedicado a Nuestra Señora, este retablo fue a parar a la iglesia de San Pedro, en Torrelobatón; siendo Adrián Alvarez quien se encargó de adaptarlo para lo que crea la imagen de San Pedro y el Calvario que figura en su ático.

Las tablas de pincel se crearon al instalar el retablo en la iglesia parroquial de San Pedro de Torrelobatón, descartando la paternidad de pintores vallisoletanos:

La composición de la Liberación de Pedro se encuentra literalmente tomada de un dibujo de Martin de Vos que fue grabado por Johan Sadeler I en 1580; una de las figuras del Martirio de Pedro procede de otra composición del mismo dibujante representando el Martirio de Santiago, grabada por Sadeler; en la historia de la Primacía de Pedro, el anónimo artista utili­zó el detalle de la barca tomándolo de un gra­bado de Sadeler que copia una pintura de Girolamo Muziano; y finalmente la Última Cena está directamente tomada de un grabado de Johan Sadeler copiando una pintura de Pieter Candid.  

Jesús Urréa

 La Iglesia Parroquial de Noreña contiene otros tres retablos que son espléndidas muestras del barroco italiano, que también proceden de Torrelobatón y un hermoso Cristo de la Salud (s. XVII), que procede de la iglesia de San Juan Bautista, Tamariz de Campos. Valladolid.

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 Cofradía de Jesús Nazareno fue creada en 1883 por el párroco D. Aquilino Suárez Martínez. (Anteriormente existió la Cofradía Ntra. Sñra. de la Soledad, que desapareció en 1849).

  Con fecha 1-IX-1942, el obispo D. Manuel Arce Ochotorena, erigió canónicamente en nuestra parroquia la Cofradía de Jesús Nazareno. Según sus ESTATUTOS se encargará de "promover la mayor gloria de Dios y provecho espiritual de los fieles ..., por el culto y devoción a nuestro Padre Jesús Nazareno y el perfeccionamiento moral de los asociados," (Art. 1º). Entre las obligaciones de los cofrades figuran "... visitarse y socorrerse mutuamente en sus necesidades y excitarse a recibir los últimos Sacramentos. Organizar el novenario y fiestas religiosas del Ecce-Homo y, también, los cultos de la Semana Santa con las procesiones del Santo Entierro y El Silencio." D. Valentín Menéndez Río fue nombrado Hermano Mayor Perpetuo de ésta Cofradía, como reconocimiento a su infatigable labor como Presidente desde el año 1955 hasta el año 1996.

A estos fines de la Cofradía, se refirió D. Raúl Berzosa, Obispo Auxiliar de Oviedo, en la misa del día 18-XII-2005, con motivo del 50 aniversario de la actual imagen del Ecce-Homo. En tal ceremonia sus parroquianos le correspondieron afectuosamente en la entrañable despedida que les otorgó a la puerta de la iglesia, tras finalizar la misa en la que utilizó la casulla con que se le había obsequiado y utilizó para darles su bendición. Ha sido una gran fiesta en la que se ha reforzado, sin lugar a duda, ese lazo secular que une al pueblo de Noreña con sus Obispos.

Penitentes en la Procesión del Ecce-Homo  a su paso por la Plaza de la Constitución, utilizando la túnica de su cofradía, en cumplimiento de promesas. En el archivo parroquial se hace referencia al Santísimo Cristo en 1819

Las Fiestas del Ecce Homo comenzaban, tradicionalmente, con una Novena en su honor para lo que se bajaba la imagen del Ecce-Homo  a la Capilla del Hospital desde la Ermita de la Soledad y el domingo, día de la fiesta, se iniciaba con el traslado de la citada imagen a la iglesia parroquial:

"... la solemne función religiosa con misa cantada  a toda orquesta..../ ... fijándose especialmente en el sinnúmero de fieles que se hallaban postrados ante Jesús Nazareno."

Evaristo Vigil Escalera. Año 1865

En 1892 participó la Orquesta de la Catedral. Terminada la misa  se verificaba la procesión hasta su ermita en el castañeu de La soledad, acompañada de miles de devotos vestidos con túnicas y cirios encendidos.

 

 

 

 El Paso durante el multitudinario desfile procesional de 1996 presidido por  Mons. Gabino Díaz Merchán, Arzobispo de Oviedo y otras autoridades eclesiásticas.

 La imagen y el trono, fueron adquiridos por la Cofradía de Jesus Nazareno en 1955, gracias a las recaudaciones logradas en actuaciones culturales en el Salón Parroquial, sorteos, tómbola parroquial y otros donativos de los feligreses.

La imagen es obra de D. Gregorio Galán del Amo, premio Nacional de Escultura, quien realizó una copia de los rasgos más acusados del Jesús de la Pasión del sevillano D. Juan Martínez Montañés.

También es de D. Gregorio Galán el trono de Cristo, construido en madera dorada de Flandes.

 

De la religiosidad que preside estos actos nos da idea el relato del insigne noreñense P. Cesar Vaca Cangas:

“ La procesión desfila, entre el pueblo silencioso que venera la piadosa imagen como si efectivamente fuera el mismo Cristo vivo paseando su cruz con la misma realidad que cuando la llevó en Jerusalén. Detrás de la imagen van los « ofrecidos», descalzos unos, vestidos con habito de penitencia todos. Esa es la fe del pueblo expresada en esos dos modos vitales: ver y sentir como vivo lo que ante los ojos es solamente la imagen y convertir la creencia en adoración y penitencia.

… Pasa Cristo escondido en su imagen; pasa su virtud, su mirada, su amor y su misericordia, mirando uno a uno a cuantos le miran, queriendo decir a cada alma esa palabra nueva y especial que cada uno necesitamos para hacernos buenos, más honrados, más limpios, más generosos, mejores. No cierres los ojos tuyos cuando veas que los de Jesús te miran; al contrario, ábrelos bien; mira fijamente a Jesús, cuando entres a verle en su ermita, mírale bien a los ojos y verás cómo descubres cosas nuevas, cómo sale de ellos una luz que no conocías, que te descubre horizontes de la vida que nunca habías sospechado, que te descubre a ti mismo, haciendo que te conozcas como nunca te habías visto.

¡Quién sabe!  Muchos fueron al Ecce-Homo en Noreña, solo para divertirse en la romería y, porque vieron la mirada de Jesús, encontraron lo que no sospechaban: una vida nueva, una vida feliz.”

En la Ermita del Ecce-Homo termina la tradicional procesión en la que participan autoridades eclesiásticas y civiles en las que no falta la Corporación Municipal, acompañados de gran número de cofrades y  devotos, vistiendo, muchos de ellos, la morada mortaja.

Terminada la procesión proseguía la tradicional romería en el “prau de la fiesta” detrás de la Capilla.  Dicha Romería la organizaba la Comisión de Festejos que integraban los mismos cofrades y en ella, después de haber comido en el castañeu y en prau de la romería, se celebraban reñidos concursos de baile y canción asturiana, tocaban las bandas  de música, orquestas,  etc., sin que faltase la suelta de globos y cohetes. Al caer la tarde la fiesta proseguía en el centro de la villa, bellamente iluminada a tal fin, y animada por parejas de gaita y tambor que alternaban sus interpretaciones con la de prestigiosas orquestas.

Ante las dificultades económicas que tenía La Comisión de Festejos para poder organizar las fiestas surgió SONOFE, el 4-IX-1960, de la mano de D. Jesus Cuesta García y otros entusiastas que sorprendieron a todos con sus grandes iniciativas y logros:

Si grande es Noreña en su manifestación espiritual y económica, grandes debían ser sus fiestas.

 

Así surgió... “ SONOFE: Para mayor gloria de Cristo Jesús. Por nuestra Noreña; por nuestro Ecce-Homo.

 

Qué suerte habéis tenido con vuestros antepasados familiares que supieron haceros esta grandiosa invocación. …. Esa es vuestra suerte. Ese, vuestro mejor negocio. Vuestro Ecce- Homo. He aquí vuestro Hombre. Vuestro Salvador. Por eso sois felices Noreñenses.

J. S. Fonseca

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