Palacio de Miraflores
Uno de los lugares más evocadores de Asturias es este Palacio que también fue conocido como Palacio de La Mariscala y, últimamente, como El Reformatorio. Está situado en la C/ de la Mariscala, siendo el límite oriental de la Villa de Noreña en la zona de Ferrera que pertenece (parcialmente) a este Concejo. Consta de patio porticado, situado en el centro del edificio, que contaba con una galería de madera en la parte alta y que, en fechas recientes, fue sustituida por una estructura más sólida que ha permitido doblar su altura. Se ha construido bajo cubierta, creando ventanucos al exterior. Del patio antes citado arranca una escalera monumental. Su sencilla fachada está blasonada y cuenta con diez huecos adintelados: en la parte baja tiene dos ventanas a cada lado de una amplia portada; en la parte superior tiene cinco balcones y sus balaustres son de hierro forjado.
En el
pie del escudo que figura en su fachada aparece el nombre de su
fundador y el año:
Gabriel Lorenzana, 1567
Unida la la fachada N. del edificio, existe una pequeña capilla dedicada a San Joaquín y Sta. Ana; de 1760. Cuenta con portada adintelada y dos ventanas abocinadas en el frente, entre las que figura la hornacina para una desaparecida imagen.
En el transcurso de los años este Palacio de Lorenzana fue foro perpetuo de varias familias: Argüelles Celles; Pola; Acevedo; Busto. Desaparecidos los foros perteneció a la familia Hormaeche, a José Menéndez Cabeza- El Carbayalu y, en la actualidad, al Principado de Asturias. - Gabriel Lorenzana (m. 1593), Regidor de Oviedo y del Concejo de Siero, casó con Dña. Clara Argüelles. Fundaron, en lo que hoy se conoce como La Playina, el Hospital de Pobres y Peregrinos bajo la advocación Ntra. Sñra. del Rosario; aunque contaba con dos salas, siendo la planta baja lo que se conoció como hospital de los Santos Mártires San Fabián y San Sebastián. Unida a este edificio del Hospital, se construyó en 1663 la capilla del mismo nombre, aunque fue conocida como Capilla del Hospital. En el testamento que el matrimonio Lorenzana hizo el 23 de Diciembre de 1589, ante D. Tomás Granada, figura en el Archivo Nacional de Simancas. En él se exige al que lo herede el mantenimiento de los bienes del Palacio y que de sus rentas distribuyeran: una parte para ser destinada al Hospital (el gasto de los peregrinos consistía en albergarles durante tres días, proporcionándoles luz, leña, sal y cama); otra parte como dote de doncellas descendientes de los padres del fundador y la última parte con idéntico objeto para doncellas pobres de las parroquias de Noreña, San Martín de La Carrera y San Juan de Celles, alternativamente; nombrando como Patronos y Administradores a los Obispos de Oviedo. Al morir D. Gabriel Lorenzana sin descendencia, el 4 de Enero de 1590, fueron llamados sucesivamente el Licenciado Baltasar Lorenzana (+3-IX-1616) y, como sucesor, su hermana Catalina, viuda del almirante D. Diego Valdés. Al morir estos sin descendientes comenzó a disfrutar de la casa la Obra Pía. La administración de estos bienes corría a cargo de de los mayordomos del Obispado, pero éstos invertían al año, en reparaciones y otros gastos, más de la mitad de la renta, que ascendía a 1.109 reales, por lo que el sobrante de dichas rentas era insuficiente para poder cumplir la voluntad del fundador de la Obra Pía. Al regir la Diócesis D. Diego Riquelme de Quirós quiso evitar los inconvenientes de los reparos de casas y molinos, que no permitían establecer de modo seguro la cantidad libre de renta para aplicarla al destino dado por el fundador, por lo que decidió el prelado dar los bienes a foro perpetuo al mejor postor; para lo que se hizo la correspondiente publicidad en la parroquia de Noreña, Catedral de Oviedo ... - Entre las posturas hechas fue la más favorable la del Deán y Canónigo de la Catedral D. Francisco de Pola Argüelles, a quien se le adjudicó en 1331 reales al año; corriendo por su cuenta el mantenimiento de la casa y asiento de la propiedad. A la muerte de Francisco en 1698, pasó el foro a su hermano (hermanastro) D. Pedro Argüelles Quirós y Valdés, Deán y Canónigo de la Catedral de Santiago de Compostela a mediados del siglo XVII. Muerto éste, en virtud del testamento que Francisco otorgó en 1698, los bienes de este Palacio pasaron a su sobrino D. José Antonio de la Pola y Cienfuegos, hijo de su hermano Matías y D.ª Mariana Cienfuegos - reuniendo los bienes de Miraflores y de los Pola (con casa solar en lo que hoy es el Colegio de las Monjas- como luego se expone). Paso posteriormente a la hermana de ambos D.ª Juana de Argüelles, casada con Juan Alonso de Navia Osorio el 19-XI.1651. El hijo, con el mimo nombre, fue Marqués de Santa Cruz de Marcenado al casarse con D.ª Juana de Argüelles, el 7-IV-1682; quienes cedieron la casa de Miraflores el 18-VII-1695 a Dª Rosa Gertrudis Vigil, con la condición de fundar una capellanía a S. Joaquín y Sta. Ana en Miraflores; ésta casó con D. José Antonio de la Pola Argüelles (quien casó en segundas nupcias con D.ª Teresa Argüelles y Cienfuegos).
- Eugenio Pola Vigil de San Joaquín - por devoción a este santo- hijo de los anteriores, nacido en 1700 y fue Rexidor perpetuo de la ciudad de Oviedo, se casó con D.ª Josefa de Navia y Arango, de los Marqueses de Ferrera, quien de Avilés pasó a residir en el Palacio de Celles en el que nació su única hija D.ª Josefa María Pola de San Joaquín y Navia (16-VI-1734, +21-I-1828)- quien pasaría a la historia con el sobrenombre de La Mariscala-, luego pasaron a vivir en el Palacio de Miraflores donde nacieron: D.ª Ramona Pola y Navia, que casó con D. Martín Flórez Estrada y fueron los padres del notable economista D. Álvaro Flórez Estrada y Pola; y D.ª Ventura Pola y Navia que casó con D. Benito José del Busto, Regidor de Villaviciosa, quienes darían, más tarde, paso a otra familia que rigió los destinos de esta mansión; como luego veremos al hablar de D.ª Carmen Busto y Pola. Este segundo señor de la Casa de Miraflores es quien llevó a efecto la fundación de la capellanía de Miraflores adosada al palacio.
- D. Manuel Jacinto de Acevedo y Navia, nació en Vigo el 18-VIII-1710, hizo la campaña de Italia donde tuvo distinguida participación en la toma de Velletri y recibió sucesivos ascensos. De regreso, siendo Coronel de Milicias de Pontevedra, casó con su prima hermana D.ª Josefa María Pola y Navia de San Joaquín, en el Palacio de Miraflores, el 27-III-1759, pasando a residir a Vigo y luego a Tuy, como Comandante General de la Provincia; donde ascendió a Brigadier y finalmente a Mariscal de Campo. Con este grado se retiró del ejército y pasaron a residir en el palacio de Miraflores de Noreña, que era propiedad de su esposa. A ésta se la conoció como La Mariscala: mujer dulce, justa y, por antonomasia, señora de Miraflores. Consiguió merecida fama por las ayudas que prestó a los pobres en las épocas de gran penuria; derivada de las malas cosechas. En aquella época:
Madre afortunada de hijos señalados en la virtud, las armas y las letras, habidos en su matrimonio. A la muerte del Mariscal, en 1783, éste fue sepultado en la capilla del palacio. Los hijos de este matrimonio fueron cinco varones y una hembra; que fue la última de los hermanos: D. Vicente María (Noreña el 8 de abril de 1760, + 11-XI-1808). Comenzó el servicio en el Regimiento de Guardias Españolas de infantería tomando parte en las campañas de Castellón y Cataluña. Hizo después campaña en Gibraltar contra Inglaterra y siendo Coronel se retiró a Miraflores. En el levantamiento de Asturias contra Napoleón en 1808, fue nombrado vocal de la Junta de Gobierno y General en Jefe del Ejercito de Asturias. Animado del más puro patriotismo marchó a Vizcaya con una escogida División de tropas asturianas con el que, unido al Ejército de la Izquierda, logró la victoria de Valmaseda el 4-XI-1808 y el 11 del mismo mes se distinguió mucho en la batalla de Espinosa de los Monteros donde resultó herido gravemente y falleció, a los 48 años, yendo por el camino de Aguilar de Campos, (Palencia) y recogido su cadáver por una familia de Quintanilla (Burgos), le enterraron en ese lugar. Su muerte ocurrió pese a las protestas del único de sus doce Ayudantes que jamás le abandonó, Rafael Riego, quien aquel día fue hecho prisionero y, más tarde, se hizo famoso como General Riego. Miguel Lasso de la Vega cuenta que fue: "... asaltado en el carruaje que conducía y muerto a golpes por una partida de cazadores franceses del Regimiento del Coronel Tascher"; quienes le seguían la pista por orden expresa de Napoleón. El segundo de los hijos, José María Francisco de Borja, Pepito, (15-X-1763- +3-VI-1837 -según EGO) También entró como cadete en las Guardias Españolas de infantería y estuvo en el sitio de Gibraltar, estudiando después en Barcelona; donde decidió ingresar en la orden carmelitana, ingresando en el convento de Valladolid el 5-VIII-1787. pasando a ser el virtuoso Padre Cadete, último eremita de Las Batuecas; donde vivió y murió en el tronco de un alcornoque en olor de santidad. Anteriormente, el 17-VIII- 1817 celebró misa en Miraflores; donde permaneció durante tres meses con su madre:
Iniciado el trámite para su canonización para declarar y promocionar solemnemente santo al Padre Cadete, se instruyó y se empezó dicho expediente pero surgió nuestra guerra civil y todos los documentos y folios de dicho expediente fueron quemados, no volviendo a resucitarse dicho asunto. El tercer hijo, D. Antonio Mª (1767- +1807), fue capitán del Real Cuerpo de artillería. El cuarto, D. Manuel María (19-I-1769, +11-III-1840), vocal de la Junta General del Principado en 1808, Jefe Político de Asturias en 1813, Diputado a Cortes y Senador, quien, en el trienio liberal, sufrió reclusión y destierro durante la reacción absolutista, emigrando a Inglaterra y Francia y, a su regreso, formó parte de la última Junta General del Principado de 1835. Aunque falleció en Oviedo, sus cenizas fueron trasladas al monumento cinerario de Miraflores, Noreña, el 28 de febrero de 1845. El quinto, el pequeño D. Joaquín Mª del Pilar (24-III-1771- + 11-I-1859), también fue Cadete en el regimiento que sus hermanos ilustraron por el valor y la santidad, y en el que ingresó merced a sus gestiones, siendo retirado de Teniente de aquel Cuerpo por enfermedad. La sexta de estos hermanos fue D.ª María Concepción (Marica) y es la que quedó como dueña de los bienes de Miraflores; siendo soltera y sin hijos. Ésta tuvo por compañera, desde la infancia, a su prima D.ª Carmen del Busto y Pola, con quienes pasó los últimos días de su vida D. Álvaro Flórez Estrada; quien por necesidad hubo de acogerse a la hospitalidad de su prima en este palacio del que ocupó una habitación de la planta baja. En ésta y bajo la copa del famoso Roblón, pudo leer y escribir, disfrutando de gran tranquilidad, al final de sus días. El Catedrático de Hª de España, D. Miguel Lasso de la Vega, Marqués del Saltillo, hablando de los Acevedo y Pola, dice:
En un informe de D. Emilio Marcos Vallaure, consta: "D.ª María Concepción Acevedo y Pola dispuso al final de sus días que se erigiera a la memoria de todos sus hermanos una lápida sepulcral de color negro, labrada en hermosa caliza pulimentada, con letrero dorado que, vergonzosamente para Asturias, yace sin colocar en el suelo del zaguán del Palacio de Miraflores, siendo propiedad del Ministerio de Justicia, como residencia de un albergue del Tribunal Tutelar de Menores." (1979). Gracias a esto, tras una profunda remodelación del interior y cubiertas del edificio, el monumento cinerario ha sido colocado sobre unos murillos en un rincón del zaguán, a la izquierda de la puerta que daba acceso a la sacristía y capilla. D. O. M.
La familia de los Pola tuvo casa principal en Noreña; creada por D.ª María y D. Sebastián donde hoy está el Colegio de las Monjas y aunque el edificio ha sido reconstruido dos veces, mantiene el Escudo de la familia Pola: en el centro una "P" mayúscula, una espuela, está atravesado por un espadín y, debajo, figura el año 1767. El segundo edificio que existió, haciendo esquina en la Plaza El Cura y C/ La Iglesia, correspondía al cedido con su finca para que fuese el Colegio de Notre Dame de las religiosas Siervas de María, procedentes de Francia y con Casa Central "Notre Dame de Anglet", por D.ª Eulalia del Busto Argüelles, conocida como D.ª Laína, en el año 1903. Por esto y por la donación que ésta señora hizo del Castañeu de La Soledad en el que está la Ermita del Ecce-Homo, el Ayuntamiento puso su nombre a la plaza antes citada. En el año 1931, ante los cambios políticos de la 2ª República, se marcharon a Francia; por lo que el Colegio fue ocupado en 1932, por las Religiosas de la Sagrada Familia, que le dieron su nombre. Éstas se marcharon en 1945. En el año 1946, llegaron a Noreña las religiosas Hijas de María Madre de la Iglesia (antes llamadas Amantes de Jesús e Hijas de Mª Inmaculada) y abrieron en este lugar el Colegio Nstra Sñra de Covadonga. Refiere D. Amaro Monte Cuesta que siendo Alcalde, en 1946:
- D.ª Carmen Busto y Pola, que vivió en la casa de los Pola antes citada, recibió en usufructo los bienes de Miraflores al ser prima de Marica; cuando esta murió de edad avanzada. A la muerte de D.ª Carmen, ocurrida en 1880, pasaron a D.ª Laína, hija de su primo D. Carlos Busto Valdidares y a su muerte en 1905, a su hermano D. José, casado con D.ª Carmen Hormaeche Echevarría. Éstos los dejaron a su hijo Carlos quien, casado con D.ª María Salomé Argüelles Meres Longoria, vivió en el Palacio de Miraflores desde 1930 y tuvieron una hija, María del Busto Hormaeche, que falleció el 13-VIII-1925, en concepto de santa, por lo que al fallecer en 1932, sin más descendencia, fue el tío materno D. Fernando Hormaeche Echevarría, ingeniero industrial en Bilbao, quien heredó los bienes de Miraflores.
Durante la guerra civil de 1936 el Palacio fue convertido en depósito de municiones; por lo que estuvo a punto de ser destruido. Según varias referencias, se salvó gracias al buen noreñense D. Alejandro Aragón Álvarez, mecánico de vuelo en el avión encargado de bombardear el Palacio pues "no acertó a identificar el lugar"; arrojando las bombas en sus proximidades. También se atribuye a la mediación de esta persona el que Noreña no se viera afectada por tales bombardeos y contaba, este vecino de la "Calle Arriba" (C/ Doctor Cuesta Olay), que no logró reconocer su casa por faltar la manzana de la Capilla del Hospital y Ayuntamiento contiguos; lo que parece lógico pues ignoraba que habían sido derribados durante su permanencia en Madrid en esa época. - José Menéndez Cabeza El Carbayalu, adquirió por unas 800.000 pts. el Palacio y bienes de Miraflores, en abril de 1941, al ser puestos en venta por D. Francisco y Mª Luisa Hormaeche y Jáuregui- representados por D. Cesar Ortea Bobes- que eran sobrinos de D. Fernando Hormaeche Echeverría que había fallecido en ese mismo año. También adquirió Les Campes, terrenos situados al N del palacio, del que están separdos por el Camino Real que pertenece a la Ruta de Peregrinación del interior que hoy se llama C/ La Mariscala, que integraban los bienes de Miraflores. Contenían un hermoso bosque que, durante años, se consideró de dominio municipal, al que taló para poder cultivar patatas en aquellos años de necesidad de la posguerra. En él se celebraban antiguamente los lunes festivos del Ecce Homo y las romerías organizadas por un grupo de zapateros que fueron los creadores de la primera banda de música que hubo en Noreña y que tras ser municipalizada fue la segunda que existió en Asturias. Así lo refiere D. Eloy Cuesta Rodriguez El Mosquitu:
- El Palacio junto con fincas conocidas como El Payarón, La Pomarada con su panera, La Plazuela anterior, cuadra, huerta Hortalisa, etc. ¿?, pese al cambio de propietario, continuó siendo Reformatorio del Tribunal Tutelar de Menores, pues había sido destruido el existente, junto a la Fábrica de Armas de Oviedo durante la guerra de 1936; dependiendo del Ministerio de Justicia. El primer director de este centro fue el sacerdote D. Adolfo Pérez y a él que sucedieron D. Luis de la Roza del Campo y, posteriormente, su primo D. Joaquín de la Roza Arbesú que ya figuraban en la plantilla del centro y siempre participaron en las labores educativas de los internos. Éstos, para lograr su sustento, tenían que realizar trabajos agrícolas, cría de cerdos y atender la ganadería. Tenían que autoabastecerse y ganar, con la venta de sus productos, para atender a sus necesidades dada la escasez de recursos con que contaba la institución. No todo era trabajo puesto que los internos disfrutaban con sus campos de fútbol y otros deportes y llegaron a contar con una hermosa piscina; utilizando las aguas del riachuelo de Celles que cruza la finca. Los vecinos de la villa también disfrutaban de estos campos y, particularmente, de la piscina, al no disponer de otra, en buena armonía con los internos, con los que se celebraban frecuentes competiciones de fútbol, natación y de salto desde sus tres trampolines; en especial durante la época de D. Angel Fernández Llano- quien fue Coadjutor de la Parroquia. Hubo internos que acudían a trabajar a diversas empresas de Noreña; donde aprendieron oficios de curtidores, peleteros, carpinteros, etc.. Refiere el educador D. Manuel Regalado Rodriguez, que este centro fue modelo para otros, por el sistema educativo y trato de puertas abiertas que realizaban resultados muy satisfactorios. Algunos de los que estuvieron internos siguen manteniendo amistades en la villa y muchos recuerdan con gratitud los días de permanencia en el centro y, también, la rectitud en el trato con que sus educadores les exigían el cumplimiento de sus deberes y obligaciones. Las posesiones de Miraflores, ocupan en la actualidad 172.064 m2 repartidas entre los concejos de Noreña (132.644m2) y Siero- parroquia de La Carrera- (39.420 m2). y pertenecen desde el 31-XII-1947 a la Comunidad Autónoma del Principado de Asturias. Parte de las mismas continúan destinadas a Casa Infantil del Principado de Asturias (antes llamada Reformatorio); entre las que figura el Palacio y algunas de las fincas señaladas anteriormente. Aquí se atiende a niños de 12 a 18 años, con un sistema de educación en el que participan entre otros, educadores y sicólogos, contando con una subvención económica que hace innecesario que los internos realicen las labores agrícolas de antaño para poder autoabastecerse; lo que formaba parte del sistema educativo que les impartían. Lástima que, en la actualidad, tengan que limitar el disfrute de este magnífico palacio a los posibles visitantes que transitan por el Camino de Santiago que pasa por este lugar, con el cierre de sus puertas y espacios, pese a pertenecer al Principado. Hoy día ha sido dotado de sistemas de cierre electrónico y su puerta principal permanece cerrada a cal y canto, siendo conveniente solicitar la visita previa para acceder y conocer su interior; aunque, posiblemente, se excluirán las visitas durante los fines de semana por ausencia del director del centro; aunque el actual, un histórico del centro, es muy amable.
D. Álvaro Flórez Estrada, sobrino de "La Mariscala", nació, como su padre Martín, en Pola de Somiedo (27-2-1776), pasó largas temporadas y en distintas épocas en este Palacio; primero con su prima La Mariscala y, cuando ésta murió en 1828, aquel a quien su prima D.ª Ignacia de Llanes dijera: "Ven acá, ven acá estudiantón, estudiantón, siempre escribiendo de economía y nunca supiste ganar una peseta" Volvió a este palacio, al final de sus días, para ser protegido por su prima Marica. En él murió, el 16-XII-1853, y fue enterrado en un lugar desconocido del cementerio de Noreña quien había sido, según refiere Javier Neira: "... liberal exaltado que fue el más destacado economista español de la primera mitad de siglo XIX y un gran jurista –esbozó el primer Código Penal español– líder del levantamiento asturiano contra Napoleón, presidente del Gobierno en el Trienio Liberal hasta que los reaccionarios europeos invadieron España y luchador infatigable por las libertades." Tras conocer el Socialismos utópico en Francia y regresar a España " ... se opone a la Desamortización de Mendizábal ya que considera que los bienes confiscados a la Iglesia deben permanecer en manos del Estado quien cediendo en alquiler las explotaciones a los campesinos se aseguraría una amplia base social afecta al liberalismo. Publica un artículo titulado «Cuestión social», así que es el primero en utilizar tal término en España." Conspirador contra la monarquía “ por la gracia de Dios", tras quedar viudo de D.ª Juana Queipo de Llano, fue desterrado a su tierra de origen por Godoy, favorito del Rey Carlos IV. Tras su nuevo matrimonio con D.ª Mª Amalia Cornejo, dama de honor de la reina, regresó a la corte y fue Tesorero General de Reino (1796), aunque, al reincidir en sus actividades subversivas, decidió renunciar a su cargo, ante el asombro general; demostrando que no vendía ni su dignidad ideológica, ni su dignidad moral. Esto le obligó a regresar a Grado donde instaló una ferrería; proyecto que fracasó tras haberla incendiado su hijo que era subnormal. Cuando los ejércitos napoleónicos invaden España en 1808 D. Álvaro vuelve a tomar protagonismo político al ser designado el día 9 de mayo Procurador General por la Junta General del Principado. Tras constituir la Junta de Gobierno, el 25 de Mayo, tomó los acuerdos de: 1º Hacerse cargo de forma interina de la soberanía nacional, dejando bien claro que en esa Junta General del Principado de Asturias residía la soberanía “mientras no fuera restituido al Trono su legítimo soberano, el legítimo Rey don Fernando VII”. A esta época de Asturias Soberana, se remonta el origen de la bandera del Principado, cuyo ejército contó con 20.000 hombres. 2º D. Álvaro tuvo la gloria de ser “la única Autoridad de España que declaró solemnemente la guerra a Napoleón; la primera Autoridad que abrió los puertos a los ingleses, que a la sazón se hallaban en guerra con España; quien trató con el Gobiernos de Gran Bretaña enviando comisionados diplomáticos para firmar una alianza común contra el orgulloso conquistador, que atacaba vigorosamente la independencia de toda Europa” El Español Constitucional. Londres, septiembre 1818. 3º Redactó la enérgica proclama de la Junta General llamando a los asturianos al levantamiento contra el ejército invasor, a la guerra contra los franceses: “Al arma, al arma asturianos. No nos olvidemos que Asturias en otra irrupción, menos injusta, restauró la Monarquía …” Este grito de Libertad e Independencia, desde la Cuna de España, puso en movimiento a toda la Nación y a Europa, contra Napoleón. Sus diferencias con el Conde de Romana, Jefe Militar de Asturias, le obligaron a huir disfrazado de pastor a Sevilla, donde la Junta Central Española le presta auxilio. Su mayor preocupación era la reorganización del Estado Español para cuando regresara el Monarca Fernando VII (El Deseado). Debía suponer una nueva reestructuración del Estado y según dice:
Quiso dotar a España de una Constitución política que garantizase las libertades del mundo, eliminando el poder absoluto del Rey, que a nadie representaba, y que, sin embargo, era de quien emanaban todas las leyes; por lo que quiso instaurar la Monarquía Constitucional. Sus ideas, revolucionarias en su tiempo, no fueron comprendidas ni por el pueblo analfabeto, en su mayor parte, ni por sus propios compañeros. Marchó huido a Londres donde profundizó en sus conocimientos sobre economía y publicó el Curso de Economía Política, obra cumbre de su pensamiento. Participó en las discusiones que precedieron a la Constitución de 1812, aprobada en Cádiz. Con el regreso de Fernando VII y la abolición de la Carta Magna, tuvo que volver a huir como todos los liberales, ya que fue condenado a muerte. Pudo volver a España cuando en enero de 1820 el Gal Riego obligó al Rey a aceptar de nuevo la Constitución, auque esta situación solo duró tres años; pues Riego fue ajusticiado y se reinstauró la Monarquía Absolutista y D. Álvaro tuvo que volver a huir a Inglaterra; donde permaneció hasta la muerte del Rey, en 1834. Cuenta D. Evaristo Escalera en Recuerdos de Asturias, que siendo niño conoció a este político liberal y gran economista:
Continua en su narración con la visita de un inglés al cementerio de Noreña donde quiso conocer la tumba que esperaba descubrir a primera vista y a quien el sacristán pudo indicar lo único que había:
Tal sepulcro quedó finalmente sin identificación alguna; por lo que por iniciativa del Ateneo de Noreña su Ayuntamiento y la Diputación Provincial, acordaron colocar una placa sobre la pared lateral a la entrada del cementerio parroquial. Ésta fue solemnemente descubierta el 15 de septiembre de 1930, con asistencia de las autoridades provinciales y las bandas del Regimiento de Tarragona, Residencia Provincial y Municipal de Noreña. El texto, tomado parcialmente del redactado años antes por D. Fermín Canella Secades, decía:
Ésta lápida fue destruida el 25 de agosto de 1936, por los mismos individuos que destruyeron las de la iglesia y el archivo parroquial, pues parecían no reparar en el valor moral y material de las cosas. El hecho en sí constituye inexplicable vejación a la memoria de uno de los asturianos más ilustres de nuestra historia, a la que se suma el acuerdo del Ayuntamiento de Oviedo de 11 de Febrero de 1937, suprimiendo el nombre de Flórez Estrada de las calles de la capital del Principado. El grupo de jóvenes que realizaron la destrucción de la placa, de consigna de izquierdas, demostraron su gran ignorancia sobre la ideología política y económica de Flórez Estrada cuyas bases son: Patriotismo y Liberalismo: “Patriotismo exacerbado por el momento histórico que le toca vivir (invasión francesa) y para lo que exige soberanía internacional y antefrancesismo por encima de todo.” “La segunda se refiere a la soberanía interna de su propio pueblo. Gobierno representativo elegido por votación universal y que gobierne a través de una Constitución previamente elaborada y en la que « los derechos del ciudadano y los deberes de los depositarios de la autoridad pública han de estar expresados y designados de modo claro y sencillo e inteligible a todos». Teniendo por base la libertad porque «sin libertad no puede haber Patria». «… por haberse apropiado de la tierra determinados individuos, la mayoría del genero humano, se ve en la imposibilidad de trabajar, no tiene el trabajador la recompensa de su trabajo y viven en pugna los intereses de los asociados. Por punto general, la discordia de las sociedades humanas no reconoce otra causa que la miseria de las masas trabajadoras, nacida de las privaciones legales que sufren en el disfrute de las cosas producidas por ellas». «Mientras el trabajador no goce del fruto íntegro de sus afanes, el derecho de propiedad no pasará de ser una falacia». La riqueza sale del trabajo y éste ha de ser para el que trabaja.” S. Flórez – Porfolio 1973 Placa a D. Álvaro Flórez Estrada, que ha sido repuesta con dedicatoria más corta:
Noreña Junio de 1982" |